miércoles, 27 de diciembre de 2017

VERTICAL GANDIA 2018

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EN UN FRÍO INVIERNO ENTRE ALBARRACÍN Y TERUEL: DICIEMBRE DE 2017

1
Y salimos
Cual pastores con sus ovejas
A los verdes pastos
De las altas cordilleras
Allí donde la comida llena
Las vacías despensas,
En los hatos y majadas
De unas frías tierras.

2
El motor del coche golpea
Como martillo y se entrega
A eso que se llama
Hacer su faena,
Así se camina,
Así se hiela
El terreno sobre el que con destreza
Sus caballos galopan
Y nos llevan
A lugares donde hay fresca yerba

3
Tiemblan los cuerpos
Cuando se anegan
De ese frío que a espuertas
Se columpia en las venas y arterias
Como si vivo, en apariencia, estuviera,
Por tierras del pueblo de Cella,
El caballo Babieca
De un Cid que pasó tan cerca
Que todavía lloran hasta las piedras

4
Resplandecientes los campos,
La nieve acelera su entrada en escena
Para tejer su manto de doncella
Que quiere y así suspira ella
Esperando que alguien diga
¡Qué belleza la de esa perla
En su remanso de paz
Jugando a ser
de lo que se llama materia!

5
Y el coche avanza
Y resuellan
Entre graznidos de cornejas,
Las ruedas sobre la helada carretera
Como si estas anduvieran
Tal popa briosa de una carabela
En busca de unas pérdidas tierras,
Así somos marionetas
De eso que se llama
Luchar contra la naturaleza.

6
Y llegamos a Albarracín
Que se deja manosear
Con insistencia
Tal pelota de tela
Que se tira sobre las tejas,
Ya blancas ellas
En su vejez circunscrita
A eso que se llama impotencia
Por ser los lugares
Por donde entran
En las casas las ideas.

7
Con los miradores abiertos
A las blancas tierras,
Ya tiempo muerto en las cabezas
Jugamos a llenarnos de esas bellezas
Con las que fabricamos ideas,
Así las murallas se alejan
Mientras se acercan,
A una plaza repleta
De ilusiones etéreas,
Quienes caminan al encuentro de unas tiendas.

8
En una bendita carnicería
Habita con solera
Todo aquello
Que si bien se aprecia,
Chorizos, jamones, quesos
De cabra y de oveja.
Todo es maná que lleva
A una estrecha bodega
En la que resuenan
Tantas voces, como en ella, cabezas.

9
El vino, la cerveza
El agua y unas aceitunas negras
Todo aprieta
Así fuera sermón de cura
Vagando por extrañas sendas
Que llevan entre tormentas
A ruedas que muelen hasta las piedras

10
Y así subimos con cautela
A una alta estancia
En la que dar buena cuenta
De una paletilla entera.
Pobre cabrito
Si su madre supiera
Aquello que se llama
Echar comida a las fieras.

11
Tal y como se conversa
Se tientan
Los manjares que nos llenan
No quisiera
Que en la calle donde nieva
El aullido del viento en la sierra
Nos llevara a su casa
En la alta sierra.
Mejor siempre ir
Con la panza llena
Cual Sancho jugando
A ser de su amo
Su altiva conciencia.

12
Jugamos con la nieve
Como si hubiera retornado,
En ese remanso de paz,
Leve ésta,
Eso que se llama la niñez
Tan lejana ella
Como la sonrisa fresca
De nuestras abuelas
Cuando a casa llegábamos
Y ellas,
Así de tiernas,
Se sentían por dentro llenas
De eso que se llama
Felicidad eterna.

13
Es un momento que recoge
Eso que se llama
Inmortalizar nuestras presencias,
Con el tiempo película vieja,
En un cajón lleno de sorpresas
Un día esperando ser descubiertas.

14
Patinan los coches
En su urgencia
Porque la noche no sea
Como una tumba llena
De viejas osamentas,
Así salimos de fiesta
Ya volando a ras de tierra
Las negras cornejas,
Y así se llega
A Teruel, por estas fechas, casi nevera.

15
Entre cuestas
Se divisa una plaza
Donde los ojos juegan
A mirar en una tarde serena
Hasta allí donde el bronce resuena
A bufido de toro
Que nos delata, aunque cuesta,
Su escueto armazón,
Cincuenta kilos pesa
Y así el Torico
En la columna nos reta
A irnos con él de capea.

16
Vehículo que lleva
Por una ciudad casi muerta
De calle en calle,
De puerta en puerta,
Así nacen las ideas
En quienes pasean
A lomos de tan dulce bestia
Casi tren, casi camioneta.

17
Murallas y torres
El arte mudéjar nos golpea
Con su belleza.
Cuesta hacerse a la idea
De cuál fue la grandeza
De una ciudad mutilada,
Ya trozo de manteca
Encima de una mesa.
De sus murallas dentelladas
Se ven en apariencia,
De sus iglesias
El latido de unas campanas
Llamando a quien quiera
A llenarse de Fe ciega
Y así el tren juega
Con ser el amante
Que cuando regresa de la guerra
Se encuentra con que ella rompió su promesa.

18
Otra vez en la mesa,
Vino para quien lo quiera,
Pulpo y orejas
Chorizos a la sidra
Y así continua la cena
Ya en ese momento en que se piensa
En dar descanso al cuerpo
No fuera
Que la noche, ya negra caverna,
Nos cerrara sus puertas
Y nos pudiéramos quedar
A expensas
De dormir a piernas sueltas
Y a la serena.

19
Caramelos rellenos con sutileza
Donde el chocolate juega
A ser la caja en cuyo interior
Duermen frutas selectas
Y así ya calmados,
Casi vencidos,
Casi dando pena,
¡Qué epopeya!
El dátil es a la palmera
Lo que la flecha a la ballesta.

20
Ya la noche,
Así llegan
Despedidas ligeras
Para cuando se cierran las puertas
Y la cama nos acoge
A una señal concreta
Para ser el lugar elegido
Donde depositar ese baúl de ideas
Que viajan por la sesera.

21
La mañana serena
Ya el frío aprieta
No más comida
Me pide mi cabeza
Si ella supiera
Que nuestra existencia
Está sometida
Al imperio de las buenas mesas
Quizás dejaría de ser monserga
Para convertirse en una aliada eterna.

22
Volvemos al instante
En que todo comienza
Y en ello
No hay más historietas
Que todo lo que pasa
Como fugaz estrella
Por delante de uno
Para ser sonrisa plena.

23
Menos seis grados,
Ya se hielan hasta las ideas,
Ya las aves que vuelan
En lo alto de una chimenea
Se calientan
Entre olores a morcillas
Y a ollas de carne a rebosar de tan llenas.

24
Nadie quiere, en apariencia,
Volver de nuevo a la mesa
Aunque todo llega
Como el agua a la fuente
Y el café a la tetera
En el Reina Cristina
Hotel de muchas estrellas
El desayuno nos tienta.

25
Teruel de día
Suena a frío y huele a leña
En sus calles heladas praderas
Entran las sombras
Van entre cánticos de juerga
Para rendir cuentas
Al Dios sol y a la estufa vieja.
26
Puente de piedra
La ciudad vive
Pendiente de que vuelvan
Las palomas mensajeras
Que sobre las tejas reponen sus fuerzas.
27
La nieve
Y con ella se juega
A lanzar bolas
Que se estrellan
Sobre las espaldas
De quienes están más cerca.

28
Viejos aljibes viven a duras penas
En las entrañas
De la ciudad vieja
Enamorada ella
De quien la hizo bella.
El agua toma las riendas
Y se cuela
Desde las entrañas de la tierra
Hasta un remanso de paz
En el que dormita y vegeta.

29
En la fonda del Tozal
Vermut y cervezas
En una vieja mesa,
Cuadra que fue
En ella se olfatea
El aroma de las bestias
Y la paja seca
En los pesebres casi paella.

30
Cuentan de la ciudad,
De tantas cosas y tan bellas
Que uno se queda
Con aquello de volver
Por la misma senda,
Muralla hacia arriba, entre tabernas.

31
La tarde ya delata su cara de pena
Mientras en el hotel nos esperan
Cómodos sofás
En los que reclinar la cabeza.
Así acaba esta historieta
Ya los coches en la carretera
Camino de Valencia.

32
Se llega al punto de partida
Donde volver a ser
Lo que ya eramos en apariencia
Y con ello la calma
Chicha ella,
Tan suave su presencia
Que la noche nos llena
Y así todo de nuevo comienza.

Autor: Jose Vicente Navarro Rubio
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