sábado, 9 de junio de 2012

POESÍA: INTERVENIDOS MIENTRAS RAJOY EL MUDO CALLA

Ya hemos sido intervenidos,
se veía venir la tormenta
y tal como muchos creían
ha sido por la tarde
cuando el televisor avisa
que cien mil millones de euros
es la cantidad invertida
para sanear la banca
y levantar la economía.

Menos sueldos,
y como no
más paro
y más subidas de impuestos
es lo que hoy por hoy
tenemos en España
y nadie sabe como eso se guisa
a pesar de que la soga cuelga
sobre nuestras gargantas
y aprieta en la medida
que no da por hacer tonterías.

No todo está dicho,
pues se habla a medias
y se explica lo que se explica
aunque todo el mundo entiende
que esta recesión en materia de economía
no es cosa de unos días.

Más parados, más IVA
menos administración
y mas privatización de la sanidad y educación
es lo que nos queda
de esta historia tan negativa
de una España que acaba de sufrir
uno de los peores reversos de su vida.

Me voy para volver. Así es la vida

Autor: José Vte Navarro Rubio
 

POESÍA: HENRIK NORDBRANDT Y SU CIUDAD DE LOS CONSTRUCTORES DE VIOLINES





                                     

Henrik Nordbrandt
La ciudad de los constructores dviolines

Título: La ciudad de los constructores de violines  
Autor: Henrik Nordbrandt 
Traducción de Francisco Uriz 
Edición bilingüe 
Colección: Poesía 
Páginas: 109
Tamaño: 14 x 21 cm
ISBN: 978-84-15168-20-1
Precio en España: 16,90 € 
Precio en México: 330 m. n
Vaso Roto Ediciones

El libr La escritura del poeta danés Henrik Nordbrandt es siempre un ejemplo de atención al detalle, de sensualidad de la palabra elegida. La constante sensación de extrañeza en aquello que nos es más familiar orienta la mirada de cada poema de Nordbrandt. En La ciudad de los constructores de violines, celebrado por la crítica de su país como uno de sus títulos fundamentales, esa extrañeza se orienta fundamentalmente al campo de las relaciones amorosas: el resquicio entre dos gestos, un cambio mínimo en la forma de relacionarse que supone una mudanza del universo. El resplandor y el óxido, como momentos que en verdad siempre se dan mezclados entre dos personas, son el ámbito de este libro sagaz y plural, capaz de encontrar melancolía en el erotismo y hondura en la fugacidad.  

El auto Henrik Nordbrandt (Frederiksberg, Dinamarca, 1945) está unánimemente considerado como una de las grandes voces poéticas de nuestro tiempo. Danés de nacimiento, mediterráneo de vocación, es autor, entre otros, de los libros de poemasArmeniaEl temblor de la mano en noviembre84 poemas Puentes de sueños. En el año 2000 obtuvo el Premio de Literatura del Consejo Nórdico.

La verdad es que no suelo leer poesía. Creo que la narrativa siempre consigue evadirme más de lo que la poesía consigue, excepto hermosas excepciones. Y una de estas excepciones es Nuestro amor es como Bizancio, de Henrik Nordbrandt. El título me pareció maravilloso y al abrirlo al azar y encontrarme con un par de maravillas, decidí llevármelo a casa. ¿Qué digo?, se vino de viaje conmigo, en lugar de otro libro de relatos que tenía elegido.
Henrik Nordbrandt nació en Copenhague, y sin embargo es más mediterráneo que otra cosa. Su poesía está cargada de lugares lejanos, de referencias a Atenas, Ítaca o Estambul, pero no como sitios exóticos, sino como ciudades vividas. Por sus versos navegan equipajes a medio hacer y la búsqueda incansable de un lugar donde sentirse completo.


¡No deshagas la maleta! Inconscientemente
podría ocurrírsete desparramar su contenido
lo que te tentaría a ver un dibujo
como el de las letras de la palabra hogar.
No deshagas la maleta

El amor y el desapego fluyen por estas páginas, y es extraño porque tras la consecución del amor viene siempre la sensación de abandono, como un ciclo del eterno retorno infinito. Amores vividos y encontrados al azar, o buscados desde hace tiempo, se diluyen en una amalgama de sensaciones en la que se mezcla pasado, presente y futuro. Su sensualidad, unida a la nostalgia que reproducen sus poemas lo convierten automáticamente en uno de los mejores poetas amorosos de los últimos tiempos.


El amor es tan lógico:
todas las contradicciones se vuelven condiciones
y las proposiciones llegan antes
que la lógica: Te Quiero, porque es así.
El amor es tan lógico

Henrik Nordbrandt
‘Nuestro amor es como Bizancio’ es una antología cronológica, y en palabras del propio autor, la más importante que se ha publicado en nuestro país. Hay que hacer mención aquí al magnífico trabajo del traductor Francisco Uriz, que se puso en contacto con el propio Nordbrandt para pulir todos los detalles de la traducción al castellano, aprovechando que el autor conoce el idioma. Tan sólo se han quedado fuera algunos poemas, por contener juegos de palabras o expresiones intraducibles. Esta edición que yo tengo es la de bolsillo, ya que la edición en grande, editada por Lumen ya está descatalogada (sí, ya he preguntado). Tengo que decir que la portada de esta edición me parece preciosa y resume perfectamente el espíritu del autor, por lo que bravo para el equipo de diseño de Random.
Henrik Nordbrandt nació en 1945, y está considerado como uno de los mejores autores daneses de esta época. Ha recibido numerosos premios en su país, incluido el llamado “pequeño Nobel”, el Premio Nórdico de la academia sueca, así como el prestigioso premio del Consejo Nórdico de Literatura. Ha vivido en distintos puntos del mediterráneo, incluido nuestro país, concretamente en Vélez-Málaga. También es autor de una novela, un libro infantil, un recetario de comida turca probada por el propio autor, así como numerosas traducciones de poemas turcos al danés. Sin duda, uno de los grandes poetas contemporáneos.
Mi experiencia con Henrik Nordbrandt ha sido excelente. Será porque yo también odio hacer y deshacer maletas, o porque ese sutil juego de amor-desamor-abandono siempre me resulta atractivo en la literatura. Leyendo a Nordbrandt una puede recordar la Acrópolis vista de noche, los secretos de Delfos que aún laten en sus piedras, o la Bizancio no desaparecida del todo y que todavía se entrevé a través de la bruma. Una gran experiencia, si queréis alejaros, como yo, por un momento de la narrativa y embarcaros en un viaje diferente. No os defraudará.


Nuestro amor es como Bizancio
tuvo que haber sido
la última noche. Tuvo que haber habido
me imagino
un resplandor en los rostros
de los que se agolpaban en las calles
o formaban pequeños grupos
en las esquinas de las calles y en las plazas
hablando en voz baja,
un resplandor que tuvo que haberse parecido
al que tiene tu cara
cuando te echas el pelo para atrás
y me miras.
Nuestro amor es como Bizancio

DeBols!llo
Colección: Contemporánea
368 páginas
ISBN: 9788499081878

11,95 euros
        I






POETAS CONQUENSES: JUAN RAMÓN MANCILLA


                                 
































Profesor de Historia. Además de ensayos históricos (Poder y mando en el reinado de Felipe II: una aproximación historiográficaLas agitaciones de abril de 1919. Un motín de subsistencias en la época del movimiento obrero), es autor de los poemarios Los Días Rotos (El Toro de Barro, 2000), El rostro de Jano (Aristas de Cobre, 2001), Posdata (El Toro de Barro, Cuadernos del Mediterráneo, 2003), así como del relato C-501 (Baluerna, EACSA, 2002). Antologado en Mar interior (Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, 2002), edición a cargo de Miguel Casado, poemas suyos han aparecido en diversas revistas, tanto de formato tradicional como electrónicas. Ha codirigido la revista “El Timbre” y, con el poeta y editor Carlos Morales, el suplemento cultural “El juglar de la Frontera”. Presente, además de con obra propia, con artículos y crítica literaria, en diversos medios, entre ellos Hablar/Falar de Poesía, Prima Litera, o en los formatos  electrónicosPortal de Poesía (www.portaldepoesia.com) o Palabras Diversas(www.palabrasdiversas.com). Ha obtenido el I Premio “Astrana Marín” de ensayo sobre El Quijote, el I Premio “Luis Rius” de poesía, el accésit  del III Premio de poesía “Ángel Crespo” y el I Premio de Relato Corto “Asociación Pedro Heras”.

JUAN RAMÓN MANSILLA: SECUENCIAS.

Una habitación en rojo
Juan Ramón Mansilla
El Toro de Barro, Cuenca, 2011

   Docente en ejercicio y autor de investigaciones sobre distintos acontecimientos históricos, Juan Ramón Mansilla (Toledo, 1964) ha dejado un intenso rastro lírico en cuatro entregas, desde el amanecer en el 2000, Los días rotosEl rostro de JanoPostdata Fugaz,  y ha sondeado géneros como el relato breve o la crítica literaria.
   El libro Habitación en rojo es una colección de poemas que comparte una sostenida meditación existencial y un intento de clarificación autobiográfica. La mirada introspectiva busca dentro el sustrato vivencial y le concede un carácter cognitivo porque el ser, hecho al hilo de los días, nos convierte en viajeros de rumbo aleatorio, sobre una realidad cambiante y fragmentaria.
   La evocación es un ejercicio continuo del sujeto verbal; se recuperan imágenes que se empeñan en conservar un tiempo extinto y ponen un brillo ilusorio sobre el barniz de la melancolía; de ese estar solo libera la presencia del otro, la certeza de una respiración cercana con la que hacer más llevadero lo fugaz, incluso en situaciones de sombra, como en el poema “Cirugía”, que finaliza con estos versos: “El viaje de regreso hasta el cuarto: / un pasadizo interminable, / voces, contornos, bordados lentamente. / Como otros días la luz en la alcoba, / como tu cuerpo en el lecho, / como las formas, olores, recuerdos / de otras, tantas jornadas. “ No es un libro de amor al uso que concede a lo sentimental un curso abierto, pero el tejido emocional abriga y pone a cubierto.
  El devenir rutinario aglutina actos sencillos, percepciones de una dinámica previsible que se reitera en ciclos y nos va deshaciendo lentamente. El estar de una sensibilidad individual acumula secuencias y señales en los que se van precisando los contornos de lo que nos rodea. Así lo constata el poema “Analogías”; las palabras emplean su semántica para retener lo que apenas es un espejismo, los leves rescoldos que otras llamas dejaron y que encuentran en el poema una continuidad narrativa.
  No faltan alusiones procedentes de campos estéticos como la música, Schoenberg, la poesía, W. Auden, de quien se retoma un famoso verso del poema “Parad los relojes”, la pintura, Turner y Matisse, y se citan como pórticos del poema a Ungaretti, Dylan Thomas, Antonio Gamoneda, Cioran y a Raymond Carver; son irisaciones del legado cultural que conviven, sin ningún forzamiento, con el decurso natural de un verso confesional y descriptivo, nunca emborronado por el tic erudito.
   Juan Ramón Mansilla elige el presente como coordenada y bajo su techado recupera, con una sintaxis desnuda y coloquial, el territorio de la intimidad del yo en el que se encuentran las desiguales huellas de lo vivido. La perspectiva poemática de Una habitación con vistas tiene el aire de cercanía de lo que se quiere compartir, el lector es el destinatario de un estado de ánimo sin los circunloquios y veladuras del hermetismo; la palabra muestra el caminar de quien pasa cercano y sigue ruta.   

POESIA: NUESTRA HUELLA EN LOS MERCADOS INTERNACIONALES

La huella dice
quien es el dueño
de esa impronta inoportuna
que sirve para delatar
a los que cometen un delito.
La huella que dejamos
cuesta borrar
y marca a su poseso
de tal forma
que siempre te toman
por lo que dejaste
y nunca por lo que siendo
no has sabido vender
en los mercados del mundo entero.
Nuestra huella
era como un sello
y en los mercados se nos veía
con buen ceño
aunque ahora nada queda de eso
y se nos ve como charlatanes de feria
vendiendo pócimas
que hacen crecer el pelo.

Autor: José Vte. Navarro Rubio


POETAS DE CUENCA: CARLOS MORALES

                                          

                                             



                                 


                                         

POETAS DE CUENCA: AMPARO RUIZ LUJAN

                             

LA POESÍA DE AMPARO RUIZ LUJÁN:
BREVE APROXIMACIÓN
“ARRASTRAS LA BELLEZA DE QUIEN NO TIENE AMO”





DATOS BIOGRÁFICOS: LAS ARMAS DE ATENEA
Amparo RuizAmparo Ruiz Luján, a quien pretendemos conocer un poco más en estas líneas, nació en Puebla del Salvador, aunque los azares de la vida la llevaron a estudiar el Bachillerato en el Instituto “Santa María” de Ibiza. Se licenció en Geografía e Historia por la Universidad de Barcelona. Y en la actualidad ejerce como profesora de Educación Secundaria en el Alfonso VIII de Cuenca. Aparte es Asesora para el Desarrollo Cultural y Artístico del Centro de Profesores de Cuenca. Persona muy vocacional y entregada a sus alumnos, Amparo Ruiz, como coordinadora de actividades educativas y de difusión cultural, ha organizado distintas exposiciones y encuentros para trabajar por la paz y la interculturalidad a través de la Historia, la Ciencia, la Literatura y el Arte. Interesan también sus trabajos de didáctica del Patrimonio Cultural y Natural de Cuenca. La profesora Ruiz Luján también ha impartido cursos para docentes, ha participado en congresos y ha coordinado grupos de trabajo. Con los alumnos ha dedicado especial atención al trabajo de investigación y la educación en valores, desarrollando el programa Historia y Compromiso.

Si hoy la mencionamos en esta sección no es por su actividad docente, encomiable, sin duda, sino por su quehacer poético porque Amparo Ruiz Luján es una de las voces líricas más importantes de Cuenca. Hasta la fecha ha publicado cuatro libros de poesía: Contra la guerra (1982), Intenciones de Antígona (1999), El brocal de Sémele (2001), La mirada de Atenea y Parole in volo, Perugia, 2007.

También ha colaborado en las revistas Cuadern Literari i Cultural (Ibiza), Duoda (Universidad de Barcelona), Hermes (Toledo), Papeles del Huécar (Cuenca), Molino de papel (Cuenca), Añil (Ciudad Real) y Scholia (Roma).

Su voz se ha escuchado en algún Curso de Verano de la Universidad de Castilla-La Mancha Leer y entender la poesía, en seis ediciones, con intervenciones publicadas en las actas correspondientes.
Cabe añadir que su obra aparece reseñada en Mar interior. Poetas de Castilla-La Mancha de Miguel Casado (2002); La tierra iluminada. Un diccionario literario de Castilla-La Mancha de Francisco Gómez Porro (2003), y en Los rostros de Medusa. 20 años de poesía conquense (Antología) de Ángel Luis Luján Atienza (2009).

Frecuentemente participa en actividades culturales con conferencias y recitales en los que combina la Música, la Poesía y la Historia. En Mayo de 2002 y 2008 asistió al Encuentro de Poetas por la Paz en Meghar (Israel) organizado por poetas árabes y hebreos.

Amparo Ruiz Luján ha sido premiada en distintas ocasiones. En el año 2000 recibió el Premio Glauka que otorgan la Biblioteca Pública de Cuenca y la Asociación de Amigas de la Lectura por su trabajo a favor de la lectura y la cultura.

Desde 1992 lleva realizando un trabajo fotográfico sobre el patrimonio arquitectónico y natural de Castilla-La Mancha, teniendo como hilo conductor el deterioro y el tiempo. La exposición La Mancha: mirada y palabra se pudo ver en el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha en Cuenca, dentro del programa Cultura de Estío; en Priego, con motivo la celebración del curso Leer y Entender la Poesía, organizados por la UCLM durante el mes de Julio de 2006, y en la Universidad de Sofía San Clemente de Ojrid (Bulgaria) en Octubre del mismo año; actualmente la exposición sigue un itinerario por localidades de Castilla-La Mancha.

Con motivo del IV Centenario de la publicación de El Quijote, ha realizado un estudio titulado Dulcinea: hija de sus obras. Amor y belleza en El Quijote y Dulcinea: sueño del Héroe Delirante. La exposición de fotografías Ventanas para Dulcinea, inaugurada el 2 de Octubre de 2007 en la Casa de los Medrano en Ciudad Real y patrocinada por la Empresa Pública Don Quijote 2005, complementa el trabajo sobre esta figura literaria.

Amparo Ruiz Luján es, por lo tanto, una mujer polifacética de fina sensibilidad y exquisita palabra.



OBRA POÉTICA: UN MAR DE INCERTIDUMBRES
Si repasamos su obra poética, prescindiendo de su temprana Contra la guerra, podemos afirmar que sus tres libros forman una trilogía en la que reflexiona sobre el ser humano a través de distintas figuras mitológicas; esto es, Antígona, en Intenciones de Antígona; Sémele, en El brocal de Sémele y Atenea, en La mirada de Atenea. La poesía de Amparo Ruiz Luján es una poesía conceptual, muy culta y muy trabajada. No busca la facilidad ni el ritmo ni en el verbo. Sus referencias, por otra parte, aluden a su gran acervo cultural ya que encontramos alusiones a la Biblia, a la poesía oriental, a la mística hebrea, pasando por elementos del Cristianismo y del Islam. Es una poesía que nos acerca a la espiritualidad del ser humano de manera sensible y reflexiva. Para ello Amparo Ruiz adopta el punto de vista femenino y penetra en ese mundo, a veces más recóndito, más concentrado, de la mujer; aunque es una poesía que va dirigida a todos. Su alcance es universal.

Como nos recuerda Ángel Luis Luján Atienza, su poesía se nutre de elementos urbanos; aunque no deja de citar, siempre que puede, elementos de Cuenca, como las hoces o la torre de Mangana.
Se trata de poesía, como decíamos, esencial, muy condensada, que no hace concesiones ni a la forma ni al metro. Son versos cortos en su mayoría. Versos rotundos e impactantes por el uso de las palabras que maneja, siempre necesarias, nunca gratuitas.

En cuanto a los temas, podríamos tratar de afinar y decir que sus poemas hablan de la soledad y de la ausencia, pero también del deseo. Es un mundo muy personal el que nos presenta Amparo Ruiz Luján. Aludiendo de nuevo a Ángel Luiz Luján, podemos decir que su poesía supone “…un proceso de búsqueda, de raíz fundamentalmente erótica, que purifica a quien lo experimenta pero que también encuentra a su paso, y debe asumir como parte del proceso, lo sórdido y lo sucio del vivir cotidiano”.

Para tratar de ejemplificar un poco lo que estamos diciendo y ofrecerle al lector o lectora una imagen directa de la poesía de Amparo Ruiz Luján, podemos poner algunos ejemplos. Así, en Intenciones de Antígona leemos, en unos versos directos, sin florituras innecesarias:

“Has roto tu nombre en mil pedazos
en una estricta geometría
de ángulos y aristas”

Y más adelante, va que apreciemos sus imágenes trabajadas y enérgicas, leemos;

“Pusiste más corazón del que tenías
en un cuerpo descarnado,
y llenaste de gladiolos y manzanas
un mar de incertidumbres…”

Centrada en el personaje de Antígona y en su valor simbólico añade:

“Aunque me ofrezcan todos los nidos
seguiré clavada al arcángel de una vidriera
que araña imposibles,
en un columpio sin red,
y tejeré encajes de tiempo
en los que no existe Dios”.

Si nos vamos a El brocal de Sémele, leeremos versos tan enigmáticos y cargados de presagios como estos:

“Hay un amor que pasa por las cafeterías,
y una fidelidad tan frágil
que no hay que pronunciarla”.

O un poema como este, construido a base de paralelismos antitéticos:

“No te daré mi vida
ni mi tiempo
ni mi infierno.
Te entregaré distancias,
las armas de Atenea,
la vigilancia perpetua
de las vírgenes”.

Y ya, para terminar, de su último poemario, La mirada de Atenea, leemos un poema tan hermoso como:

“Rapsoda del silencio:
tus ojos son el precipicio
de todos los vencejos”.

Siempre, en los poemas de Amparo Ruiz Luján, hay un tú a quien se dirige en diálogo o, a veces, monólogo continuo:

“Respiro en ti el fuego de la noche,
la plegaria serena y el gozo de la entrega.
Entre el mirto y las rosas, la pasión de los dioses
y un cielo adamascado”.

En este libro abundan, más que en el resto, los versos de arte mayor, quizá porque la poeta va, poco a poco, extendiendo su caudal poético. Ofrecemos, por último, dos versos llenos de sugerencias con los que invitamos a los que aún no hayan leído la poesía de Amparo Ruiz Luján a que lo hagan, despacio, eso sí, las prisas van reñidas con su poesía… y es que:

“Llevas en la mirada sabiduría rota,
promesas incumplidas de un mar desquebrajado” .



VENTANAS PARA DULCINEA: ARISTAS CONFUSAS DE LOS TIEMPOS
No quisiéramos terminar esta breve aproximación a la obra poética de Amparo Ruiz Luján sin mencionar sus Ventanas para Dulcinea, que ella subtitula Poética de la ausencia. El libro está formado por las fotografías que realizó la profesora Ruiz Luján con motivo del IV Centenario de la publicación de El Quijote y se centra, precisamente, en las ventanas que son como centinelas del tiempo. Como dice la autora: “A través de las ventanas nos llega clamor, susurro, gemido, aliento, comunicación, luz, tiniebla, pasión de ser y de vivir, un viaje a los abismos oscuros de donde emerge la melodía de lo indecible que se instala en la atemporalidad” (pág. 5). Así, con ojo sensible, fotografía ventanas, ventanos, ventanucos… de distintos lugares de la geografía de Castilla-La Mancha, Puebla del Salvador, Belmonte, Valeria, Priego, Cañete, Campillo de Altobuey, Palomera, Moya, El Toboso, Alarcón, Iniesta, Pajares, Cuenca, Castillo de Garcimuñoz, Pajares, Uclés y Carboneras de Guadazaón. Y todas estas fotografías espectaculares se acompañan por versos de la propia autora que, tratan de alguna manera, de recomponer la voz de Dulcinea a la que brinda las imágenes. Son versos de sus obras ya comentadas. En suma… “en los ojos parece que están las alas que nos hablan de un viaje ilimitado por espacios desconocidos, con la nostalgia del tiempo perdido bañado de silencio e inocencia” (pág. 9), nos dice Amparo Ruiz Luján.

Mucho más espacio requeriría analizar la obra de esta conquense versátil, sensible y humana, pero pensamos que el Boletín ha de acoger muchas más colaboraciones y, en suma, solo hemos pretendido ofrecer un esbozo del quehacer poético de Amparo Ruiz Luján. Ahora el resto… está en manos del lector o la lectora.




BIBLIOGRAFÍA

-Ruiz Luján, Amparo:
.“Ventanas para Dulcinea. Poética de la ausencia”, Toledo, Empresa Pública “Don Quijote de la Mancha 2005, S.A.”, 2007.
.“La mirada de Atenea”, Cuenca, Alfonsípolis, 2006.
.“Parole in volo”, Perugia, Morlacchi Editore, 2007.

-Luján Atienza, Ángel Luis. “Los rostros de Medusa. 20 años de poesía conquense (Antología)”, Almud, Ediciones Castilla-La Mancha, 2009. Biblioteca Añil Literaria, 11.

-Varios: “Leer y entender la Poesía. Poetas en Priego 2000-2006”, Zoom 3000. Fotografías de Amparo Ruiz Luján. Idea y creación: Montserrat Muñoz mora. Coordinación: Juan José Gómez

POESIA: LOS ROSTROS DE MEDUSA


                                      Los rostros de Medusa

Los rostros de Medusa. 20 años de poesía conquense;
Antología a cargo de Ángel Luis Luján Atienza
El libro rastrea la obra poética de poetas conquenses de los últimos 20 años, desde los más afamados o consagrados, como Diego Jesús Jiménez o José Luis Jóver, hasta los más jóvenes, como Irene Quintero o Antonio Santos. Analiza sus obras uy reproduce una buen manojo de sus mejores versos.

José-María González Ortega
Los rostros de medusa (20 años de poesía
conquense)
Hay valores con denominación de origen, señas de identidad que se transforman en símbolos clásicos,
universales, mitológicos. Ciudades encantadas y casas suspendidas en el aire, cobijos del asombro.
Están aquí, forman parte de la Antología realizada por el escritor y poeta, Ángel Luis Luján Atienza
(Cuenca, 1970).
La editora regional Almud, que dirige Alfonso González-Calero, sigue con especial atención a los
creadores castellano-manchegos, apostando decididamente por los poetas. Es responsable de una
valiosa y bella edición, presentada con éxito en Cuenca durante la VII Feria Regional del Libro, la Lectura
y las Industrias Culturales de Castilla-La Mancha.
Este volumen de 250 páginas, nº 11 de la Biblioteca Añil Literaria, posibilita una generosa selección de
poemas (más diez por autor), que suscriben 11 poetas conquenses, paradigmas de cinco generaciones
"comandadas" por Diego Jesús Jiménez, distinguido en dos ediciones (1968 y 1996) con el Premio
Nacional de Poesía.
Voces limpias, desnudas en los versos: José Luis Jover, José Ángel García, Enrique Trogal, Amparo
Ruiz, Carlos Morales, Francisco Mora, Juan Ramón Mansilla, Ángel Luis Luján, Irene Quintero y Antonio
Santos, por orden cronológico.
Voces significativas, objetivamente, pues encarnan a la perfección una notable variedad de poéticas,
elaboradas durante 20 años (1989-2009) y que fijan sus miradas en el nuevo siglo.
Ángel Luis Luján es doctor en Filología Hispánica y profesor de Literatura en la UCLM. "Los rostros de
medusa" refieren la metáfora que hizo el poeta cordobés Luis de Góngora, durante su estancia en
Cuenca, disgustado por la dureza de las damas y queriendo atribuir al paisaje rocoso la figuración de las
personas convertidas en piedra frente a la mirada de medusa, ser mitológico con cuerpo femenino y
cabellera de serpientes venenosas.
Joven ensayista, veraz, lúcido, minucioso (acaricia la perfección) y valiente por asumir, con todas sus
"consecuencias", la responsabilidad y difícil compromiso que supone la selección de los 11 poetas
protagonistas y lograr a su vez producir el sentido y poético estudio preliminar (ocupa 50 páginas) que
conduce esta antología, formada por nueve hombres y dos mujeres.
Digo esto, porque en provincias como Albacete, Cuenca, Ciudad Real, Guadalajara y Toledo (Castilla-La
Mancha), existen poetas reconocidos a nivel nacional, autores de obras excelentes. Premios Nacionales
de Poesía, Traducción, Ensayo, de la Crítica, etc. Empero, la poesía -rosa de las rosas- tiene pocos
lectores, hace tiempo fue desplazada por la narrativa y muchos libros necesarios, sobre todo de los
nuevos autores, pasan directamente al olvido.
Defiendo -sin ambages- el valor de las antologías, el agrupamiento de poetas significativos y su estudio
generacional, estilístico, temático..., sabiendo distinguir las posibles influencias y vínculos que se
producen entre distintas etapas. En este caso, transcurren cinco décadas desde Diego Jesús Jiménez
(1942) y José Luis Jover (1946), hasta Antonio Santos (1980), y las obras, en su conjunto, parten de
estéticas y fundamentos diferenciados. Francisco Mora opina que, como así se deduce de la obra
realizada por Luján, "aquí nunca ha habido grupos de poetas, como sí que ha ocurrido en otras ciudades,
sino que todos somos francotiradores".
Felicito sinceramente al antólogo y la editorial Almud. Quiero dejar a los lectores de Lanza, con una
síntesis de las hermosas palabras que emplea Ángel Luis Luján, para definir y contrastar las obras de
sus compañeros.
La "escritura en verso breve con constantes juegos metapoéticos" de José Luis Jover, con la voz "más
visionaria y social" de Diego Jesús Jiménez. La "libertad expresiva y riqueza de recursos" de José Ángel
García (1948), con la "apertura a lo cósmico y mistérico" en Enrique Trogal (1954). Poemas de tipo "más
simbolista y espiritualista" de Amparo Ruiz (1956) y Carlos Morales (1959), con una "meditación que
tiende hacia lo visionario" en Francisco Mora (1960). Las propuestas "más vanguardistas y casi
herméticas" de Irene Quintero (1974), con la línea "más realista, aunque con bastante ironía", de Juan
Ramón Mansilla (1064). El "romanticismo pasado por la criba de la postmodernidad", en Antonio Santos.
Y su poesía, la de Luján Atienza, deudora de Valente, hablándonos desde el silencio

POESIA: EUROPA APRIETA, ESPAÑA CALLA Y ANGELA MERKEL FRUÑE EL GESTO

Morir en el empeño
y morir
con los ojos puestos
en esos ladrones
de guante blanco
que han quitado la ilusión
a un pueblo.
Son ellos
ex-altos cargos
y algunas parejas de hecho
los que se han forrado de pleno
a cuenta de no hacer lo que tocaba
y consentir
con su voto firme y perverso
que de ciertas entidades de crédito
saliera dinero
camino de paraísos secretos.
Europa nos mira con recelo
pues ya han puesto el lazo al perro
y solo esperan,
eso si con mucho respeto
que el muerto este bien muerto
y que sobre el ataúd se luzca un letrero
que avise de la enfermedad
por la murió el enfermo.

Autor: Nabucodosor

jueves, 7 de junio de 2012

POETAS DE CUENCA: JOSE ÁNGEL GARCIA

                                           

                                           
                                            




LOS JUEGOS IRÓNICOS DE JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

LOS JUEGOS IRÓNICOS DE JOSÉ ÁNGEL GARCÍA 
M CINTA MONTAGUT José Ángel García, Llámalo viaje (1977-2008) Colección La piedra que habla. El Toro de Barro. Cuenca, 2009.
Treinta años de creación poética siempre es difícil resumirlos, compilarlos, en apenas noventa páginas pero esto es lo que ha hecho el poeta, madrileño de nacimiento y conquense de adopción, José Ángel García que nos ofrece esta antología de su obra. En ella nos regala los momentos, a su juicio, imprescindibles de su poesía en la que apreciamos no sólo su evolución a lo largo de los años sino también todo su caudal estilístico y toda su variedad temática con lo que su lectura nos acerca a un creador importante dentro del panorama poético en castellano.
José Ángel García comienza su carrera literaria en los años setenta con la publicación de un libro de título sorprendente Cuatro cosas de mi gato y nada más (1977) en el que ya aparece la ironía que será uno de los recursos más logrados y más repetidos en su obra. Tras un largo periodo de silencio que abarca casi por completo los años ochenta, aunque en 1982 aparece su Cómico en faena en lona de palabras, publica el que podemos considerar uno de sus libros mayores, Borrador de tránsitos (1993), en el que utiliza el poema en prosa como modo de expresión y la forma diario como sustento de una riqueza verbal y expresiva, de imágenes de una enorme plasticidad y de justeza conceptual. Dirá, por ejemplo, "no aceptar que sólo nos devuelven los recuerdos aquellos a quienes nunca se los dimos." Más tarde Ritmos de luz y sombras (1996) y en el año 2000 el título más conocido del autor en el que condensa toda su sabiduría léxica, los juegos sintácticos imposibles y su inseparable ironía, El día que todas las mujeres del mundo me desearon, libro amoroso nada al uso. En Sólo pájaros en vuelo (2003) acude al recurso de la fragmentación del poema en la página jugando con la palabra y con el lleno y el vacío. En Itinerarios (2008) encontramos el recorrido vital de poeta que conjuga a la perfección lo cotidiano con lo lírico. De todos estos libros citados encontramos una muestra en esta antología, además de una serie de poemas pertenecientes al libro inédito Entre dos Sauras 1996-98 en el que lo más destacado es el irracionalismo, el barroquismo.
En la antología de este autor encontramos un poeta ajeno a las modas, con una personalidad propia y con un dominio admirable de la palabra, material imprescindible para construir una buena poesía.


El día en que todas
las mujeres del mundo
me desearon


José Ángel García




- I -

El día que todas las mujeres del mundo me desearon
estaba de vacaciones; no pudieron encontrarme.
El día que todas las mujeres del mundo ansiaron mi presencia
y a casa por teléfono, por fax o por la red
llamaron en busca de una cita
tan sólo por respuesta hallaron el eco de su anhelo..
El día que todas las mujeres del mundo (todas menos una)
con pasión total reclamaron a coro mi presencia,
ese día – ese día justo – andaba yo ausente de
mi habitual domiciliada angustia y
no les pude siquiera decir no, lo siento, de verdad, no puedo ...
no, gracias, lástima, otra vez será ...

El día que todas las mujeres, en común pulsión,
me codiciaron
paladeábamos - ¿te acuerdas? – a sorbos breves nuestro
fugaz encuentro
(fine old scotch whisky)
en la pequeña, minúscula terraza de aquel café
- tu, yo y nadie –
en el Quartier Latin de un París condenadamente nuestro.

Fue justo entonces, en ese preciso momento,
cuando los pequeños locos de media mañana,
los tímidos gnomos callejeros,
salieron, sigilosos, de sus más ocultos escondrijos,
brincaron de la acera a la calzada y,
rompiendo sus horarios,
asaltaron sentimientos, desconectaron lutos, apalabraron besos
y superando el rítmico resuello de todas las rutinas
sembraron de esperanzas las adustas esquinas de las calles
destapando pomos de menta y regocijo detrás de cada verja,
a flor de cada seto.
Serios y grotescos, cual solemnes guardias cojos,
narraban los mirlos sus historias
cualquier encrucijada aprovechando.

Todo ocurrió – ocurría – un segundo antes, un instante después
del comienzo.
Todo tenía, al tiempo, lugar y no lugar y, casi sin saberlo,
se nos iba olvidando que estaba sucediendo.

(Fue – era - eso sí, cuando aún nadie
nos había descubierto)



- II -

El día que todas las palabras del mundo me desearon
había salido a dar una vuelta (estaba algo confuso).
El día que todas las palabras del mundo ansiaron que,
siquiera una vez, las empleara
y a casa por teléfono, por fax o por la red giraron su propuesta
tan sólo por respuesta hallaron el eco de su ansia.
El día que todas las palabras del mundo (todas menos dos)
con pasión total a coro reclamaron mi presencia,
ese día, ese preciso día, andaba ausente de mi habitual
domiciliada tarea y
no les pude decir siquiera no, lo siento, de momento ..,
no, en fin, quizá otra vez.
El día que todas las palabras del mundo, en global anhelo,
me ansiaron,
paladeábamos - ¿te acuerdas? – a sorbos suaves un nuevo encuentro,
(bitter, exceptional bottled ale)
en la pequeña, minúscula terraza de aquel café
- tu, yo y nadie -
junto al Támesis, en pleno corazón de un Londres
condenadamente nuestro.
Fue justo entonces, en ese preciso momento,
cuando los pequeños silencios a media frase,
transformándose en glosas tímidas de lo nunca dicho,
salieron sigilosos de sus más ocultos escondrijos y,
cediendo su tiempo a los vocablos, los dejaron que
brincaran de la estrofa al estribillo y rompiendo cesuras
asaltaran acrósticos, olvidaran normas, ajustaran trovas
para, tras superar el rítmico resuello de todas las rutinas,
sembrar de licencias las adustas medidas de los metros
destapando en juego, detrás de cada cancionero,
el ansia de volar de cada verso.
Serios y grotescos, cual solemnes guardias cojos,
dictaban viejos vates sus poéticas
cualquier nimia ocasión aprovechando.

Todo ocurrió – ocurría – un fonema antes, una locución después
del entreacto.
Todo tenía, al tiempo, lugar y no lugar y, casi sin saberlo,
se nos iba olvidando que estaba sucediendo.

(Fue – era – eso sí, cuando estábamos de nuevo
jugando a descubrirnos)


- III -

El día que, de nuevo, todas las mujeres del mundo
me desearon,
no estábamos en casa.
El día que, de nuevo, todas las mujeres del mundo
ansiaron mi presencia
y a mi domicilio por teléfono, por fax o por la red
su petición de cita me cursaron
tan sólo por respuesta hallaron el eco de su ansia.
El día que de nuevo todas las mujeres del mundo
(todas menos tú)
con pasión total a coro reclamaron mi presencia,
ese día, ese día justo en que otra vez
todas las mujeres del mundo, en común pulsión, me codiciaron
estábamos - ¿te acuerdas? – paladeando
a sorbos lentos nuestro renovado encuentro
(porto fine ruby)
en la pequeña, minúscula terraza de aquel café
- tú, yo y nadie -
en pleno Chiado de una Lisboa condenadamente nuestra.


Fue justo entonces, en ese preciso momento,
cuando a la caricia del aire en la mañana
y al abrazo del sol en los aleros
tornaron los duendes más urbanos
a abandonar sus viejos escondrijos
y brincando de la acera a la calzada,
rompiendo de nuevo sus horarios,
asaltaron sentimientos, desconectaron lutos, apalabraron besos
para, tras superar el rítmico resuello de todas las rutinas
sembrar de esperanzas las adustas esquinas de la historia
destapando pomos de menta y de futuro detrás de cada azar,
a flor de cada sueño.
Huidizas y parleras las gaviotas
chillaban en lo alto sus noticias
cualquier vuelo rasante aprovechando.

Todo ocurrió – ocurría – un segundo antes, un instante después
del último momento.
Todo tenía, al tiempo, lugar y no lugar y, casi sin saberlo,
se nos iba olvidando que estaba sucediendo.

(Fue – era – eso sí, cuando ya ambos nos habíamos al fin
hallado, descubierto)


POETAS CONQUENSES: ANTONIO SANTOS TORRALBA

Oficio tiene Antonio Santos y eso de ser joven le permite ver las cosas de forma diferente. Tiempo tendrá de añorar y de buscar respuestas.

Poesia: Autor: José Vte. Navarro Rubio

Nacer y en la lejanía volver a nacer
todos los días.
Consumado martirio avivado por el ajetreo de un tren que me lleva
allí donde los delirios forman parte de mi vida presente
y me atormentan.
La ciudad piramidal esconde sus momias en las neveras
y los sumos sacerdotes veneran
a un Rey divino que de tanto esperarlo
ya no me queda ni la más pizca paciencia.
Barrios de jornaleros crecen en las afueras
como si fueran colmenas
y al tiempo de la primavera todas salen
nadie queda
más que las holgazanas y la Reina
y de esta forma ayudamos
a que el mundo huela a miel de romero y a canela.


Del aire y la voz

Antonio Santos: Un universo poético propio, completo y trabajado para un primer libro de este autor (Cuenca, 1980), con excelentes formas en unas páginas que desprenden pinceladas del Lorca más popular, del Buñuel más surrealista, del Guillén más recitado, de un Sabina tatareado y una serie de metáforas acabadas. Un autor comprometido con la poesía de siempre. Y con proyección.
IMPRESIÃ?N
Me siento el hemipléjico Baudelaire
de principio del milenio,
el poeta maldito condenado
a la ausencia de la “palabra
exacta” y precisa muerte
del hombre
que deshoja las flores del mal
en el ataúd de la boca.
Tres poetas conquenses, José Ángel García, José María Abellán y Antonio Santos se confiesan apasionados de la lírica y ven en internet un “arma de doble filo”.

Después de toda una vida escribiendo versos, José María Abellán todavía recuerda con precisión que su primer poema fue publicado, a través de Eduardo de la Rica, en un periódico conquense. Consciente de que en la actualidad la poesía es literatura “para minorías”, Abellán se muestra optimista sobre su futuro y destaca  la “alta participación” de jóvenes autores en certámenes poéticos. A su juicio, la evolución de la sociedad ha sido un factor decisivo en el declive de la poesía respecto a otros géneros como la novela, por ejemplo. En este sentido, considera que internet juega una papel decisivo. “Las redes sociales se pueden emplear para mostrar las creaciones a tus amigos e internet te permite la posibilidad de publicar sin necesidad del papel”, dice. Para promover la lectura de la poesía, Abellán aboga por comenzar desde la edad más temprana en las escuelas. 
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La poesía contemporánea recoge un lenguaje y unos temas que se aproximan a la cotidianidad de nuestros días.


    Por su parte, José Ángel García opina que actualmente existe una amplísima creación poética por parte de jóvenes autores en novedosos soportes, aunque admite que se trata también de un género minoritario. Los blogs, las páginas especializadas o las revistas digitales se convierten en los mejores aliados de los principiantes de este género y les permiten difundir sus obras. No obstante, García reconoce que siguen existiendo dificultades para publicar en las editoriales tradicionales en papel y admite que los galardones ayudan a abrir puertas. Lo más asombroso, dice, “es que se sigue escribiendo poesía a pesar de que el mercado es muy limitado y concreto”. 

    Pero, ¿hacia dónde van encaminadas las corrientes poéticas contemporáneas? Según José Ángel García, existe una aproximación a la vida cotidiana, tanto en los temas como en el lenguaje. “Hay una poesía muy experimental en el lenguaje que recoge tradiciones y que juega con el silencio”, explica. 
    A su juicio, la poesía “es enormemente importante en la educación de lectores”. Por ello, defiende que la escuela “es el mejor camino para crear futuros lectores”. 


Jóvenes poetas


“Del aire y la voz” es el nombre que da título al primer libro de poesías del joven conquense Antonio Santos, de 31 años. Una obra por la que el autor luchó hasta la saciedad y que finalmente logró ver la luz gracias a la editorial Celya. Más tarde, los versos de Antonio aparecerían recogidos en la Antología “Inmaduros 26”, junto a los de otros autores de Castilla-La Mancha. Para él, internet es un arma de doble filo. “Internet ha restado muchas posibilidades de publicar en papel, aunque también te permite llegar a más gente”, afirma. A su juicio, la poesía que está “es un género en permanente crisis, para minorías”.

Muy bien, poeta. ¡Adelante! Escribe, escribe, no te detengas. Eres la voz antigua de la tierra. El clamor revolucionario de la belleza se alza en tus adentros para derramarse impetuoso en un torrente hecho de versos. De la Belleza con mayúsculas —¡eh!—, de la que a veces acaricia y a veces araña, como el aire que es brisa y huracán y me llega a través de tu garganta en forma de susurro, de lamento, de latido y de canción, de sacudida, de espolón... me dejas el corazón crucificado con emociones de acero fino, como un acerico expuesto a tus alfileres certeros, a la rotundidad de tu amor. Porque hace falta mucho amor para mirar el mundo como tú lo miras y después contárnoslo como nos lo cuentas:

...La otra cara del mundo
es una bandera blanca
que pide clemencia,
una hoja blanca
de la historia que le robaron
en un jergón soslayo
sobre el que sueñan los vértigos del
infierno.
La otra cara del mundo
es un grito desgañitado que rompe nubes
en el ambiente telúrico de una gota de
nada...

Antonio Santos Torralba nace en Honrubia (Cuenca) un veinte de abril de hace veinticuatro años, es decir, el de 1980. Al menos eso es lo que indica su D.N.I., aunque él afirma saber de buena tinta que fue en el hospital Virgen de la Luz de Cuenca capital donde respiró con sus propios pulmones por primera vez. Sus diecisiete primeros años, no obstante, transcurrieron en Barcelona, ciudad a la que sus padres habían emigrado ya antes de que él naciera. Lo cierto es que cuando le pregunté de dónde era, su respuesta fue: “¿Que de dónde soy? No soy de Honrubia, no soy de Cuenca, no soy de Barcelona... ¿Ciudadano del mundo? Tampoco, no he visto lo suficiente. Soy charnego, eso es lo que soy. Ni catalán, ni castellano, ni nada. Charnego y a mucha honra. Esa es mi infancia, y la patria de un poeta es su infancia”. Nace hombre y nace poeta, porque no es poeta quien se entretiene en fragmentar las líneas en pedacitos de mayor o menor longitud, ni quien tiene peor o mejor tino a la hora de elegir las rimas, ni el avezado contador de sílabas, ni el que se rompe la sesera en busca de la más indescifrable de las metáforas.

...Tú y yo vivimos
el mundo sin piel. De ahí
nace la poesía...

Claro, poeta es quien llega a este mundo despellejado, como un caracol que ha perdido su concha y ha de vivir para siempre asomado, sintiendo todo cuanto le rodea —por dentro y por fuera— en carne viva. La poesía no es una condena, pero sí un destino ineludible. Es una casa sin paredes ni puertas a la que el poeta llega tiritando, para hacer de ella su atalaya y su trinchera. Torre de cristal y escaparate de emociones.

...Supongo que, mirado desde un punto de vista
objetivo,
soy un idiota soñador...
...Y la poesía no existe, la inventaste tú,
y es sólo una excusa
para que me mires a los ojos
del alma
cada vez que me lees...

Pues llámala como quieras, Antonio. Haz de ella tu profesión o tu coartada. Niégala. Maldícela. Pisotea los bolígrafos, inocula tres o cuatro virus diferentes en tu Word. Sabes que da igual. Sabes que solo su abrigo te protege del frío y del calor. Sabes que —sin tinta y sin papel— tu corazón marca en los silencios noctámbulos la cadencia desnuda y exacta. Sabes que ese ritmo es todo lo que tienes. Y te basta.


Ahora soy yo quien duda y se pregunta por qué narices se te ha tenido que ocurrir pedirme a mí que introduzca tu primer poemario con estos cuantos renglones sobre los que he escrito el epígrafe “Prólogo”. ¡Qué insensatez! ¿En qué cabeza cabe? Yo ni sé ni me atrevería a valorar la elegancia de tus rimas ni lo esforzado de tus sonetos, ni tan siquiera me propongo reseñar los elementos clave que utilizas para vertebrar tus versos. Lo único que yo sé es que desde aquel bendito día en que me topé con ellos en aquella página web, me siento un poco más esperanzada, porque si todavía quedan seres humanos con tu mirada y tu voz, a lo mejor León Felipe se equivocaba en su Oda rota y estemos todavía a tiempo de dar un salto grande y audaz y componer la más bella de las canciones. A lo mejor no sean éstos tan malos tiempos para la lírica después de todo.

...El mundo no necesita un poeta
ni un hombre,
ya tiene bastante
con abogados y políticos,
apenas animales,
que saben contar hasta cien...

Vale, lo que tú quieras. Pero el mundo necesita de ti para que sigas abriendo estrellas, cada noche si puede ser, como escotillas para tomar aire. El mundo necesita de ti porque han derrapado los escorpiones, porque hay sangre en los pupitres y las flores se mueren en los peajes, porque las uñas hacen surcos en la piel y las palomas se injertan en las cornisas por la huelga de operadores, porque los gatos crían sus camadas okupando los solares y las ruinas y huyendo del filo de los alquileres, porque para colmo no sabemos quién siembra nieblas en la luz ni adónde vuela en primavera un B-52, y encima en las cajetillas de tabaco no advierten de nada de esto.

Al cabo, me he descubierto. Supongo que mi función como prologuista debería de ser la de tomar de la mano a los posibles lectores y conducirlos al pie de tus versos con el espíritu adecuadamente predispuesto. En cambio, me he limitado a confesar mi propio interés sin ningún tipo de recato. Escribe, poeta, escribe, que nada te pare ni te venza, que no te detenga la alegría ni te paralice la pena. Cuéntanos, cuéntanoslo todo. Sorpréndenos con esos “trucos”(?) de magia que tú sabes, esos juegos malabares en los que con cuatro o cinco palabras nos resumes lo que llevábamos años sintiendo y no atinábamos a expresar. En justa correspondencia, nosotros seguiremos posando para ti. Y te leeremos y te releeremos, y recrearemos tus poemas desde nuestra propia alma hasta que dejen de ser sólo tuyos y sean de todos y de nadie. Y en nuestra soledad nos sentiremos acompañados y comprendidos, como tú en la tuya. Y, desde nuestra unicidad certera, entenderemos al fin el significado de la palabra ‘universal’. Que así sea.

(Prólogo de Pilar Benito para el hijo queridísimo de un poeta amigo. Un abrazo, Antonio.)





ECUACIÓN

Le he dado la vuelta al mundo,
la cama y la almohada.
He repasado calles, meses
y cuentas.
Y de nuevo
he borrado todo para empezar
de cero.

A ver,
a ti te he llamado
x. Sé que te gusta
más Sara, y que es mucho
más bonito Ariadna, pero x es nombre
de incógnita por antonomasia, y tú eres mujer
por definición.

Entonces, cuando los maniquís,
las escaleras de tu casa,
e incluso el humo de otros
cigarros te han reconocido
como x, me he puesto a tu lado
y me he llamado y. Sé que tampoco me pega,
pero suena más técnico y preciso
que llamarse Antonio,
y esto es una cosa muy seria.

Entre ambos, sumados,
restados, multiplicados, divididos
e imaginados:
tus bares, mis cervezas,
nuestros discos,
tus sonrisas, mis sueños,
nuestros libros,
tus quejas, mi aliento,
nuestra poesía,
tus fonemas, mis palabras,
nuestro destino.

Como decías que tenías dudas, siguiendo
los consejos de aquellos
maestros a los que no recuerdo
más que como un montón
de consejos,
he intentado aislar la x
para despejarla.
He pasado todo al otro lado
y lo he cambiado
de signo,
aunque hay cosas que no cambian
las pongas donde las pongas.
Propiedad conmutativa:
el orden de los corazones
no altera el amor.

El resultado era el mismo
de antes
de darle la vuelta
al mundo, la cama
y la almohada,
de repasar calles, meses
y cuentas,
de borrarlo todo para empezar
de cero
otra vez.

Después
de tirar el boli confundido
he cerrado los ojos, como tantos bares,
para ver la huella
de tu mirada
y el rastro que en ella deja el alma.

La cuenta está bien hecha.
repásala tú.

de Antonio Santos en Del aire y la voz






POETAS DE CUENCA: ENRIQUE TROGAL


«La mirada del centauro», de Enrique Trogal. Tomebamba Ediciones. Cuenca, 2010. 92 páginas

Día 19/11/2010 - 13.42h

Enrique Trogal, poeta, escritor teatral, narrador y traductor, posee la virtud de no impacientarse a la hora de publicar, y así puede uno ahora disfrutar de la lectura de estos poemas en el compendio de un amplio ciclo: esta última entrega del escritor conquense recoge su producción poética entre 1990 y 1997.

El libro se compone de dos partes diferenciadas: «Laberinto» y «La condición del solitario». La primera presenta una colección de 13 poemas alumbrados por un antidiscurso no realista. La ausencia de puntuación, que este grupo exhibe, realza un vocablo poético que refuerza la impresión del todo del poema. Son textos en los que, si adoptamos un esquema schopenhaueriano, la idea domina sobre el concepto, ya que aquélla, sobre éste, es intuitiva y anterior a la «cosa» y no es comunicable sin más.
La marca de esta sección es barroca y culturalista, con varios títulos larguísimos, que son poemas en sí mismos, investidos de una intensidad de cadencia verbal proveniente, en cierto modo, de una genuina estética «novísima», corriente poética rupturista surgida en los últimos años del franquismo con la que «comulga» la robusta poética de Trogal: «Oh todo me lo dijo su tristeza / Como un caballo retador el viento / O arcángel dadivoso derribando proscenios tapices engaños / La claridad del cieno / Asombros infantiles atalayas altísimas del castillo / Coléricas gorgonas nigromantes quimeras profetas».
Si la primera parte del libro podría calificarse de dionisiaca, impersonal, voluntariosa como el mundo y objetivando la intuición, la segunda sería apolínea por su reflexión retórica, su orden expresivo y su intimismo, individualidad propia de lo apolíneo. En esta parte, la serie «Cantos de Tirajana», poemas de amor, están arropados por una deliciosa dicción «lopiana», y exhalan ese arrobador tiempo poético fundado en el metro y la rima: «Inmóvil permanezco mas no quieto, / Dionisos grita y ya contesta Apolo,/ me destruye el amor y me someto».
A esta serie contesta otra de parecidas características formales, «Selva del amor», silva de desamor que completa los cantos anteriores en una mirada total. Aquí el metro no es tan recio y la rima, desvaída en el conjunto, alterna con el verso libre, siendo revelada esta cierta «desgana» en el carácter representativo de esa «depre» ocasionada cuando el ímpetu del amor decae.
El último poema es una hermosísima canción que endulza la pena y sublima la existencia y que se cierra con este contundente verso:«Detente corazón, detente y canta». Verso que absorbe toda la dicha, la desventura y la alucinación que ha sabido generar, como vigoroso ente poético, este poeta que, dominado por la inspiración, domina a su vez el buen saber hacer y la asimilación de la cultura.

José Vte. Navarro Rubio: Mi poesía no se si será acertada o vendrá al caso, de todas formas ahí queda por si alguien la quiere leer y sacar algo de ella:

Todo viene a la vida con uno
y de esta forma se va formando
el hombre que se come las estrellas
porque tiene miedo
a la claridad de la noche
y entre lunas llenas
y lunas menguantes
vivimos nuestras vidas
con sus fobias
sin importarnos
que más da
los asuntos de los demás.
Todo es,
en ese extenso territorio
de nuestra existencia
como seres humanos,
viejo o novedoso
hasta el punto
de que aprendemos más
por lo oído
que por lo hecho.
Sí la filosofía es
parte de nuestra forma de ser
y es verdad
que hacemos a nosotros mismos
aspiro a ser filosofo
en los atardeceres de las tardes
cuando ya los campesinos
de vuelta a sus casas
se sientan junto a la mesa
en un perfecto ritual
que se viene repitiendo
desde los tiempos de los tiempos.

Autor: José Vte. Navarro Rubio
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